Las prisas son malas consejeras, por lo que es interesante preparar nuestras vacaciones con tiempo suficiente comparando distintas alternativas de viaje, nuestro bolsillo lo agradecerá. Además, algunas vacunas deben ponerse en varias dosis un tiempo antes. Consulta los consejos y normas sanitarias para viajeros internacionales del Ministerio de Sanidad y Consumo, así como las vacunas necesarias. Encontrarás información detallada en la sección de Vacunas.
Asegurate de llevar toda la documentación necesaria antes de viajar: documento de identificación (DNI y pasaporte), visado si es necesario (ampliar información en www.visados.org), billetes de transportes, documento de la agencia de viajes con el programa de viaje y teléfonos de contacto, seguro de viaje lo más amplio posible,….

Infórmate de las costumbres e incluso leyes de otros países, que en muchos casos, diferirán de forma sustancial de las leyes de tu país. Esta recomendación es especialmente importante en lo que se refiere a la tenencia, consumo y tráfico de estupefacientes (incluido el alcohol en algunos países).
Lleva el teléfono y dirección de la Embajada o Consulado de tu país en el destino al que viajas. En caso de detención, pide inmediatamente a las autoridades locales que comuniquen dicha circunstancia a tu Consulado.

En caso de estancias prolongadas regístrate como transeúnte en la Oficina Consular. Recuerda que un Consulado Honorario únicamente desempeña funciones de asistencia urgente e inmediata.

Recopila toda la información que puedas del país o zona geográfica a la que vas, te ahorrarás muchas «novatadas» fácilmente evitables.
Conservar los reguardos y facturas pagadas, así como los folletos publicitarios y los programas de viaje. En el caso de los catálogos, a veces es conveniente incluso llevarlos al viaje, ya que si surge algún desfase entre lo contratado y lo que nos ofrecen en destino, podemos exigirlo allí mismo con más fuerza. Mejor reclamarlo in situ, para poder arreglarlo y disfrutar de las vacaciones, porque a la vuelta, a lo sumo conseguiremos una compensación, nunca nuestras vacaciones ya perdidas.

Intentar no viajar en las fechas clave de los periodos vacacionales típicos. Nos ahorraremos atascos (si viajamos en coche), aglomeraciones en los destinos turísticos, pérdidas de tiempo por esperas, incrementos de precio por temporada alta…. En fin, no siempre es posible, pero unas vacaciones fuera de temporada son todo ventajas, y pueden cundir bastante más.

No conformarse con un servicio deficiente durante nuestras vacaciones. Hemos pagado un viaje en unas determinadas condiciones, por lo que si no se cumplen, deberían cobrarnos menos, e incluso indemnizarnos por los perjuicios causados. La conclusión es reclamar, guardar todas las pruebas de los hechos y proceder a exigir nuestros derechos, tanto en destino como a la vuelta. destinos de ensueño a a precios de mayoristas.

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